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Como esa llama que se agota, incandescente así siento que se termina ese camino que me empeño en recorrer…
Los días transcurren y aunque la paz interior aumenta, los conflictos entre lo que siempre fue una nula autoestima y la que empieza a nacer también, la batalla no ha hecho más que comenzar y siento que ya llevo batallando siglos y siglos de existencia.
Lejos, me quiero ir lejos, desconectar todo lo que tenga que ver con el mundo exterior, con lo absurdo de mi mente apagarlo todo y vagar por playas desiertas, dónde la existencia de una ola sea el único sentido de la vida…


Este post no admite comentarios por qué así lo siento, no quiero que penséis que sólo veo la oscuridad en mis días. No quiero que ser la pesada que parece que últimamente sólo llora, es verdad que lloro, y saboreo lo salado de mis lágrimas, por que como dije en el post anterior, todavía llueve mucho, pero dentro de esa lluvia sé que también brilla el sol, y por lo tanto el arco iris reina en mi alma, aunque la espesa lluvia a veces tenga sabor a derrota, más sé que la derrota sólo es en sentido figurado, sigue sin ser el resultado que yo esperaba, algún día aunque sea en otro plano, esto tendrá sentido…Aunque ahora nadie de los que lo leeis me entienda.