abril 24, 2009

pasa el tiempo

¿Cuando fué que se agoto la alegría de su vivir?, todo lo que dolía volvía a su vida una y otra vez. Todo aquello que no quería crecía y crecía...Menos el tiempo, que cada vez era más pequeño. Tiempo que al pasar aumentaba su tristeza, su agonía..

Decrecía por momentos en medio de aquella multitud que llamaban mundo, y es que nunca formaría parte de la existencia de nadie..Por que cuando creía haber rozado el corazón de algún alma, una expesa niebla se mezclaba entre su ilusión y la mirada de aquel corazón, aquel corazón que siempre acababa perdiendose entre la nieble de sus ojos, mirando hacía cualquier lado, menos hacía donde estaba ella.

SAbía que con el paso del tiempo sus silencios, esta vez dolorosos harían grietas en sus sangrantes heridas, y que sus pasos, cada vez más pesados, cada vez más solitarios caminarían sin tregua en noches oscuras del alma, no había retorno...había perdido por completo la ilusión, la alegría..

alas de vida

7 comentarios:

Natalia dijo...

Imagino que perder la Ilusión y la alegria debe ser muy triste, pero sé por carne propia que con amor, fuerza y Fe, se logra volver a confiar y a creer,,,hermosas palabras has plasmado hoy...solo espero con todo el corazón que te encuentres muy bien,,,para eso te voy a desear un hermoso y lleno de luz fin de semana!!!!

La Guardiana Del Oráculo dijo...

la vida tiene sus fases querida Nataly, sólo espero vivir en paz incluso en mis tormentas..Besos

Juan Antonio dijo...

Hoy amiga suenan tristes tus palabras, la tristeza nos lleva a lugares en los que no queremos estar. Tan sólo una palabra, un gesto, un desplante, un desencuentro, un malentendido, un silencio solemne y malintencionado… y nos sumergimos en el profundo mar de la tristeza.
No queremos permanecer allí, luchamos por salir a flote, por volver a respirar el aire oxigenado de la alegría; pero nos damos cuenta de lo difícil que es salir. A veces ni siquiera intentamos nada, simplemente nos dejamos llevar hasta el fondo sin poner resistencia… y hasta encontramos cierto placer en la desesperanza. Queremos sonreir, pero los labios parecen haber olvidado cómo hacerlo y se resisten a la mueca. Queremos olvidar, pero sentimos que algo pesa terriblemente sobre nuestros hombros y permanece cruelmente anclado en nuestro corazón.
Tan sólo una vez cedí a la morbosa tentación de volver a uno de esos lugares. Llevaba encima una soledad incurable, y, no, no la causaba ningún desencuentro. La causaba un encuentro imposible en este mundo. Era un día a mi favor, desapacible, terriblemente inhóspito, un día que cuadraba perfectamente con mis grisuras. No me sirvió de nada. Estuve largo rato mirando el mar, intentando recordar, sentir algo… Me quedé en blanco, de pronto me sentía como un actor que se hubiera olvidado de su papel. Sentí vergüenza y salí del escenario lo más rápido que pude. Mientras bajaba, casi corriendo, por aquellos caminos, el estruendo que formaban el mar y el viento se me antojaron abucheos de un público inmisericorde.
El tiempo restaña las heridas, ya lo creo que sí, y aunque las mías se hayan vuelto incoloras, siguen siendo perfectamente localizables. Las quiero, las adoro y comprendo que quieran morderme de vez en cuando, es su manera de decirme que tuve otra vida antes de esta vida, y que fui feliz.
Ánimos querida amiga

Joan Gallardo dijo...

Por suerte la tristeza, la soledad, la agonía, el dolor son sentimientos pasajeros que pueblan ciertos momentos de nuestras vidas.

Ya que la canción que has escogido es de Revolver, voy a acabar con una frase de una de sus canciones: "Y ahora decubro que es más fácil quererse cuando todo va mal, que cuando todo va bien".

Muchos ánimos y un fuerte abrazo Alas de Vida!!!!

andrea dijo...

Tristes son estos momentos, pero son eso sólo eso, momentos y cuando uno menos lo espera inicia a encontrarse salidas!

Besos y que tengas una linda semana.

SUSURU dijo...

el tiempo pasa a veces muy rápido y otras lentamente, sin embargo el día tiene 24 horas para todos.
por qué será q a veces se nos hacen interminables?
y si en lugar de asustarnos por la tristeza, la dejamos fluirm que salga, salga toda. La tristeza es una más de nuestras emociones y es bueno que cada tanto aparezca, pero no que se instale....

A veces, el dolor se hace intolerable y creemos que sólo a nosotros nos ocurre y nos sentimos incomprendidos. Pero si abrimos nuestra mirada hacia diferentes rincones, quizás nos demos cuenta que no estamos tan solos como nos parece y por algún lado penetra un rayo de luz divino que trae la calma, el sosiego, la paz anhelada.

Lo mejor para ti.

besazo

La Guardiana Del Oráculo dijo...

queridos amigos, gracias, por estar siempre a mi lado de esta forma tan especiel. Besos