noviembre 21, 2009

meláncolica melodía


   Él no sabía por que siempre elegía el pasillo de aquel metro para tocar su violín...
   Se  pasaba horas de pie, sin partituras tocando las más bellas melodías, ajeno a la gente que pasaba, al dinero que le echaban en el sombrero de copa que siempre ponía dos pasos más alante de sus pies.
   Ella se equivocó de parada, y decidió antes de retroceder salir al exterior a tomarse un cafe, y escribir toda la marabunta de pensamientos que como un enjambre de abejas se paseaban por su cabeza...
   Fué entonces cuando caminando por ese pasillo el emjambre de su cabeza se difuminó y sólo respiraba y latía con la melodía de un violín que conseguía que el ruido medioambiental pereciera bajo las notas melancólicas de cada una de las notas que alguien al otro lado del pasillo expandía...
  Enlenteció sin saberlo su paso, y sumió en la música...Vió sin ver al violinista y salió al exterior, buscando una cafetería, dónde pasó dos horas sentada en una mesa, consumiendo un café y escribiendo letras melodiosas que le había inspirado la música del violinista.
   Y casi cada día se dejaba arrastrar a aquel pasillo para dejanrse inundar de aquellas notas, de aquella mágia, de aquel momento en el que en un pasillo subterraneo abarratado de gente la sumergía en el séptimo cielo, dónde por un eterno instante, sólo existían ella, el violinista, su violín y la melancólica melodia que atrapaba dejando su libre su bello corazón.
ALAS DE VIDA
 

8 comentarios:

MRB dijo...

Muy linda historia. Con esa exquisitez en las cuerdas de un violín, la imaginación puede volar.
Un abrazo.

Marina Judith Landau dijo...

Cuánta belleza !!!

MARU dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
terry dijo...

Bien, el oído ha salido fortalecido de ese metro, metro cuadrado de tu sofá. Ahora todos los sombreros de copa te saludaran con la palma de sus manos echa de dedos de finas cuerdas.

Besos, Alas de Vida.

El búho rojo dijo...

Las gratas sorpresas que por inesperadas, se aprecian en todo su esplendor... fíjate como una simple música, que tal vez ya era conocida, cambia las circunstancias de una persona en un momento dado...

Cruce de caminos que surge, precisamente, por seguir avanzando en la vida...

Precioso

Un beso

JuanMa dijo...

Ojalá la melodía no tuviera que ser melancólica...
Besos con música de fondo.

La Guardiana Del Oráculo dijo...

No os ha pasado nunca, cuando caminando por los pasillos del metro algún ánonimo artista os transporta y caminais ajen@s a la gente que pasa, que corre, que se pierde? A mi me han atrapado muchas veces esos músicos, y es un pequeño homenaje a todo lo que me hacen sentir, muchas veces ni siquiera los veo, los siento....Y muchas otras veces me quedaría a su lado para toda la eternidad...

Rorry_la Charo dijo...

Gracias a Dios la música tiene la capacidad de transportarnos a mundos fantásticos y genera en nuestra imaginación paisajes, hisotrias y sensaciones maravillosas.
Hermoso, sería un fabuloso comienzo para una novela..
Cariños
Rorry