Hace tiempo que siento que siento...

No sé dónde estoy, ni adónde voy, como siempre, siempre ha sido así, ¿no?
Algunas veces cuando creo empezar a definir el lugar que habito en mi, algo se derrumba, algo resurge de mis entrañas para cambiar las líneas de lo que empezaba a percibir del trazo  que dibujaba el tapiz de mi silueta como persona.
Hace tiempo que siento que siento que el mundo es demasiado cruel para la sensibilidad de todas las capas de mi piel.
Las personas entran y salen de las vidas de otras personas arrancando la confianza que bajo la seda de un latido prometían, hoy todo, con el solo hecho de rozarme puede dañarme, más no hundirme, pues a pesar de todo, a pesar de este dolor, de este estar perdida, de no tener un rumbo fijo, a pesar de todo, cada vez estoy más en mi, así sin definir, sin poder trazar la línea que separa mi cuerpo de mi alma, mi alma de mi mente, mi mente de los latidos de mi vida.
Me estoy muriendo, cada día lo hago, y renazco allí en la isla dónde espero poder fundirme en los brazos de lo sagrado del fuego del viento que impulsa al agua de mi cuerpo.

**La Guardiana Del Oráculo**