enero 22, 2015

DESAPARECER

No tenía otra forma de comunicarse que a través de las letras que escribía en sus diarios,
En las cartas que escribía y que a veces no enviaba, pues no podía hablar, su voz se quebraba cada vez que hablaba de sentimientos, y un nudo apretaba su garganta acumulando las palabras que su alma le dictaba, palabras que hacían que el nudo se hiciera más y más retorcido.
Siempre sintió que lo mejor era perderse en las brumas de la soledad,
Tenía tanto miedo a no ser lo suficiente, a herir, sabía que solo una mirada, una palabra, una acción pueden herir, por eso siempre daba media vuelta y expresando toda la dureza del acero, desaparecía y se difuminaba entre los dedos ajenos, quebrando una y otra vez su alma rota en mil pedazos del haberse roto mil veces mas.
Era su forma de amar, ir esparciendo pedazos de su desquebrajado corazón…sabía que muchos pensarían que era tonta, insensible, ajena a la vida, que no se enteraba de nada, pero sólo quería ser brisa que acaricia sin que la vean, regalando la mayor calidez en cada caricia que emana de la energía de cada uno de los mil pedazos hechos mil de su corazón que inician el recorrido hasta sus manos para verter en cada amado ser que le dedica una sonrisa, un abrazo..
Así le gusta, dar sin que nadie sepa, amar sin que haya que corresponder, recoger y reparar desde una mirada más allá de la realidad a quien se está rompiendo.

Grita, pero nadie la escucha, se ahoga en sus suspiros, en el fuego acumulado de amar sin que nadie sepa de su bondad… Pero es feliz así, viviendo en las brumas de sus propias sombras, por que sabe que hay una  luz nunca se apagará. 
***La Guardiana Del Oráculo***

2 comentarios:

JuanMa dijo...

Tal vez alguien sí que sabe...

Un abrazo enorme.

La Guardiana Del Oráculo dijo...

Gracias Juanma, me alegra leerte de nuevo.
Un inmenso abrazo.