febrero 23, 2018


La fragilidad me hizo tantas grietas, que han dejado surcos por donde mis lagrimas recorrieron largos senderos para evaporarse.
Alguna vez eran surcos secos pues lo frágil se revestía de rigidez.
Una envoltura qué al final me rompía por dentro, dejando cada pedacito clavado a dos bandas.
Las palabras me rebosaban en un idioma que aún desconozco. Con la imprenta de un sentir tan ancestral cómo enigmático.
Mis palabras no conjugan versos, ni prosa, ni estilo libre...
Mis palabras,
Son a mí entender, semillas que no se llevó el viento y terminaron por florecer, morir o emerger.
Cada una lleva una historia soñada, olvidada, ansiada, experimentada....
Las palabras y el sentir que despiertan.
Es por ello que fragilidad me despierta no solo romperse o quebrarse, si no uno de cada roto una nueva estructura llena de coraje, de misericordia.
El CORaje de a pesar de todos los sentires llevar el CORazon por delante.
Y la miseriCORdia de pasar las miserias, los trozos rotos, por el CORazón.
***La guardardiana Del Oráculo***

1 comentario:

Rosa Manises dijo...

Guardia, este relato emana una belleza especial. Lo leo y releo y me maravilla. Muchísimas gracias. Ojalá pudieran leerlo muchos corazones con coraje 📚