El mar, el
sol y la arena me han recargado para este nuevo tramo en el camino. El próximo
reto se me presenta difícil, me duele el dolor de los que amo, el mío lo puedo
respirar, el de los demás es doble dolor.
Ese baño
antes de las nueve de la mañana, con tres o cuatro personas en la playa, mi
paseo por la orilla casi dos horas las olas acariciando mis pies, mis puntas de
cuarzo como ofrenda al mar, mis sentimientos… Mi conexión con lo divino, con
ese estar en mi, a solas en mi presencia y
de nuevo, una vez más me he encontrado con ese gran muro de mi timidez,
de ese gran muro.
Ya en casa me
ha venido a la cabeza un comentario que me hizo una vez uno de esos fugaces
clientes, aparentemente locos, y me dijo que a lo largo de mi vida poca gente
sería capaz de comprenderme, (a veces me cuesta hasta a mi conmigo misma).
Los muros de mi timidez son tan sólidos y
fuertes que se engordan cuando navego a solas en la inmensidad de la sociedad.
Cuando estoy "navegando" me noto, me siento insegura, desprotegida,
pero no puedo, de momento, romper por completo ese muro, me dejo vencer a veces
por él, es como si engordaran tanto sus paredes que me aprisionara en medio y
me cortase hasta la respiración.
Tengo toda
una vida para conseguir traspasarlo si no consigo derribarlo.
Lo que soy es lo que ves, aunque sólo veas un
1% de mi. Da igual si lo que has visto te gusta o no, al fin y al cabo somos
espejos, tan claros y despejados, que a veces asusta tanto lo que vemos en el
otro que lo rechazamos.
Hay una
parte de mi que nunca podre esconder, a demás de mi timidez, ¡bueno, ya son dos
partes!. La otra es esta
neurofibromatosis que siempre va conmigo.
Toda mi vida he pensado que tenía que hacer
algo para llegar a los demás, para aprender, para derribar fronteras,
para.....etc....etc... Hasta que un buen hombre hace poco me dijo, a lo mejor
tú no tienes que hacer nada, a lo mejor somos los demás los que tenemos que llegar a ti.
Creo que el
trayecto es a medias, y creo que en estos días he aprendido o mas bien he
afianzado o visto mas claro todavía , (espero no olvidarlo) , es Que todo es a un 100% por ambas partes,
Cuando las cosas van sobre ruedas, o cuando aparecen los baches. Cuando no hay
conexión con alguien, cuando no fluyen las relaciones…. Y también cuando hay esa conexión, y cuando todo fluye….
Cuando el viento se levanta y el mar se agita
todo se ve afectado y todo depende de todo, las rocas se exponen a ser
desgastadas por el oleaje, mar, tierra, viento y sol, nubes, luna, lluvia y rocas, seres, animales y personas, somos
parte de una totalidad tan inmensa y tan llena de gracia….
Doy gracias
al mar por estos días junto a él. Hoy lo hecho de menos, esas mañanas, esas
noches, su melodía divina y el susurro de su voz.
La vida, las
personas y las cosas fluyen a través de nosotros, sólo por hoy dejo las riendas
de mi destino a mi alma, ella sabe mejor que yo guiarme por los senderos del
universo que he de transitar.
Aquí estoy
aprendiendo a dejarme guiar por ti al 100%.
alas de vida
1 comentario:
Sí, el alma siempre sabe lo que tiene que hacer.
Todos tenemos muros y debemos tener la paciencia suficiente para derribarlos, sin prisa, en paz.
El tema de la comprensión debería ser recíproca, aunque a veces la comprensión sólo la tiene una de las partes. Así es la vida, paradójica, y a veces sin reglas, aunque siempre prevalen las del karma.
Me alegra de que en el mar te hayas sentido más cerca de ti misma y en interacción con la naturaleza marina.
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