Tiempo de no escribir, de sentir, de sentir tan tan profundo que es difícil identificar el sentido con las palabras.
Se abren y se cierran puertas en este interior, algunas chirrían mostrando así su quejido de dolor, su resistencia o el óxido que dificulta que se abran o se cierren ante la quietud de tanto tiempo.
¿Como es posible que todo sea tan incierto? No tienes nada asegurado por mucho que intentes firmar contratos para cerrar lo incierto y abrir lo seguro.
Nada permanece, aunque a veces todo parezca eterno.
Intento camuflarme intentando adherirme a los latidos de mi ser, más no encuentro sendero para hallarte, ni refugio para cobijarme.
De nuevo descalza, desnuda, sin mascaras me quedo de pie en esta orilla, entregada a la razón de ser del universo consciente de que bulle ante y dentro de mi.
No hay letania suficiente para considerar otras opciones. EStoy aquí, frente a ti, fundiéndome con el todo sin ser nada.
He caminado hacia un abismo infinito siguiendo huellas de otros. Huellas dispares, indefinidas, algunas difuminadas, otras demasiado bien marcadas.
Ahora el mar a borrado toda huella, para que cualquier lugar sea habitable, para que a partir de hoy sean mis pies los que dejen mis propias huellas, no para que otros las sigan, no se donde voy, ni a que voy, es todo tan incierto.... Pero se que allí a dónde quiero ir es dónde lo manso y lo salvaje habitan juntos sin herirse.
Dejo mis propias huellas para que moren un instante y sea el mar el que las borre.
alas de vida
No hay comentarios:
Publicar un comentario