Llegó un día,
en el que se propuso
dejar de buscar verdades fuera,
Había llegado el momento
de rescatarse así misma,
Es cierto,
no sabía por donde empezar,
Pero empezaría por deshacer
todas las mentiras que se había
y la habían clavado
construyendo corazas en los jirones
o jirones en sus corazas.
Una y mil veces había leído esas frases infinitas. mas,
tales como la salida es hacia dentro.
Y allí estaba de nuevo,
un dia mas,
ante el huracán de todos aquellos jirones, de todas aquellas mentiras,
la salida es hacia dentro
y de nuevo repitiendo día a día,
cual infinito Deja Vu,
buscando por donde entrar,
hasta el ojo del huracán.
Cuando el alumno está preparado aparece el maestro,
y allí se dió cuenta,
de que todos en su vida,
habían sido maestros,
cada día,
cada momento,
cada ida y venida,
lástima que había tardado tanto
en darse cuenta,
Ahora que había desgastado
hasta desaparecer,
la habilidad de entretejer palabras,
con sus sentires,
Incluso le pareció
que había sido poco agradecida...
Los hilos de cordura,
se estaban perdiendo
con los de su voz,
Pero ahí estaba,
dispuesta a empezar de nuevo
a desanudar los nudos
para desnudar las franjas invisibles
pero tan marcadas
que la habían llevado hasta allí.
Sí,
de nuevo pensaba
que quizás se había equivocado en todo,
Pero ya solo le quedaba pintar horizontes,
Creando senderos
que refulgieran de su ser.
Amor incondicional era la palabra,
Pero como había leído en algún sitio,
no puedes condicionarte a buscar el amor incondicional,
sino,
ya te estás condicionando,
mejor AMAR,
sin mas.
Incluso en sus adentros
se desnudaba esa palabra,
para quedarse en esa nada,
pero claro,
aún no había aprendido
a hablar con palabras sin nombrarlas..
La Guardiana Del Oráculo
Y
sus tonterias en una tarde de invierno.
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